Ocho Bolas – Genio y figura

Otra de las reseñas antiguas, esta vez sobre la obra de musicalización de una selección de poemas del gran poeta chileno Pablo de Rokha, realizada por la banda Ocho Bolas hace unos años atrás, y que según tengo entendido, sigue siendo la única pieza musical dedicada total y exclusivamente a la obre de Pablo.

Genio y figura,  el soneto de oro de un poeta de hierro oxidado, según la banda «el primer punk de chile», da el nombre a esta piezam, de la cual hablo no tanto por una reseña hacia a la banda en sí, sino al trabajo que realizó musicalizando la lírica de un gran poeta del que sin embargo no se acuerda nadie: Pablo de Rokha.

El disco comienza con «Canto del macho anciano», tema en el cual la tosca voz de Pablo, escupe su lírica desmesurada sobre la base armónica de un instrumental de la banda. Un poema para quienes nos sentimos viejos: «viviendo del recuerdo, amamantándome del recuerdo», una lírica que nos habla de la sensibilidad de aquel que considera «a todos los niños de chile sus parientes«, y que forma parte del libro «Acero de Invierno», una de las últimas publicaciones del poeta, escrita tras la muerte de su eseposa Winnét. Luego abre paso el tema «Genio y Figura», una excelente musicalización del soneto del Roble: «Yo soy como el fracaso total del mundo…«. Leer a Pablo de Rokha es algo raro, sobre todo por su desmesura esritural que a veces hace difícil que hablemos de «poesía», y menos aún de rima… pero en este soneto las rimas son ad – hok y nos lanza frases como «mi dolor chorrea de sangre la ciudad» o «aun mis días son restos de enormes muebles viejos«.

Luego suenan los acordes de un rocanrol y el vocal nos  recuerda a De Rokha diciendo:  «el bien y el mal andan a gritos sobre mis días espantosos» en un poema que nos habla del placer que provoca destruir creando, de esa forma de vivir cultivando jardines con «flores de hierro«, de una persona que como dice De Rokha «cruje en la máquina moderna«. Frases como «estoy a oscuras y soy lumbre, soy la multitud y estoy solo… mis pensamientos ciertamente continúan mi anatomía, si mi organismo es eficiente, eficiente es mi ideología» demuestran toda la visión del universo de este hombre que tuvo la habilidad de poder destruir el mundo haciendo piesía, y viviendo con «actitudes quijotescas«.

Poco después aparecen dos canciones bastante alegres, lo cual fue una de mis mayores  sosrepsas al escuchar el disco. Es que cada vez que leía de De Rokha me imaginaba haciendo canciones de sus poemas, pero nunca, nunca se me habría ocurrido hacerlas tan alegres y moviodas como éstas, lo que no me parece un error, sino todo lo contrario. Primero, las  «Décimas del roto choro» , después  «El poeta zarrapastroso», que habla de un hombre que «no tiene nada que decir a nadie nunca«, cono ese tono que tiene el roble de hablar de si mismo sin caer en el egocentrismo, sino hablar de si como un espejo que refleja los sentimientos e inquietudes de ese tipo de hombres y mujeres que se atreven a vivir el mundo como si fuera un juego y ala vez una lucha, como si las fronteras fueran las líneas de un tablero de ajedrez… muy sintético lo dice Pablo al gritar «señores, yo quiero ir hecho un hombre por el universo, con la verdad guardada en los bolsillos«.

No puedo dejar de hablar de «Pablo de rokha por pablo de rokha», poema que me hizo sentir a este poeta como a un padre, violento, cruento, pero padre. Y el trabajo que hace 8 bolas es notable: una batería lenta, como esperando algo, acompañando a un ruido de cuerdas delirantes, y el vocal que nos recuerda los versos del poeta «yo tengo la palabra agusanada, la personalidad colmada de eclipses«, nos habla de un hombre que andando por la calle se le caen los gestos de los bolsillos «como pájaros muertos en la soledad del los mundos«, los cuales al verlos el hombre corriente dice «son colillas tristes…» y pasa. Las ideas se sienten no sólo se piensan, y bien en claro lo tiene el poeta cuando dice «como el pelo me crecen, me duelen las ideas«, ideas que «al contacto con el exterior crujen«, y hacen no creer en nada, a aquél que ayer se creía muerto, y que hoy, con el plumero de la angustia sacude su esqueleto de «las paradojas, las apariencias y los pensamientos», mientras la verdad le muerde las costillas, mientras sus calzoncillos se ríen a carcajadas, y el hombre que está debajo de ellos piensa seriamente en «abortar el mundo». Un excelente tema y poema de un hombre que se enfrento al universo, anulándose simultáneamente como entre «tú y yo».

Es difícil acortar la reseña, como se trata de poemas… por eso no hablaré de todas las canciones. Sólo me interesa rescatar el tema «Tribunales», una obra maestra, que habla de «hediondez azul de la justicia«, con toda la fealdad de la vida, «cual una callampa horrible«. El punteo que suena es suave y vinagre, y la voz nos habla de un juez que cacarea como «un loro imbécil«, como magnate de un tribunal que nos es más que un prostíbulo. Y así se siguen otros temas atacando a militares como «la imbecilidad de la vida humana«; a los curas como «una gran mentira negra que ensucia toda la ciudad«; y a EEUU como una compañía que tiene millones y millones de dólares, entre «hombres momia» en «USA Company».

Y se nos va el disco, con «Oceanía de Valparaíso», que trata del proletario como «creador de hogares» y de los puertos floridos de tabernas de esas que emborrachan a los hombres con «ron ralsificado«, entre buques que corren por sus calles. Y por último, un fragmento de «Fuego Negro», otro de los últimos y deshauciados poemas  del poeta, donde el vocal sobre un viento delirante interpreta a aquél hombre que vivió adentro del pellejo universal, hundido en lo infinito de lo infinito, que lanza «pedazos del mundo hecho pedazos«, sintiendo que «todo está roto y no tiene sentido«, y que se acostaba por las noches «cansado de estar cansado«.

Este disco me parece notable, por el hecho de recordar en la música a un poeta de la magnitud de Pablo de Rokha, por haberlo hecho bien, y porque no hay otro disco, ni antes ni después, completamente dedicado al poeta, en un país donde músicos no faltan y los discos de interpretaciones de poetas tampoco; por lo cual, que quien lo haya hecho haya sido un grupo punk, no tiene nada de casualidad.

Una respuesta to “Ocho Bolas – Genio y figura”

  1. tremendo trabajo!!!!!

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